A Mariña de Lugo, prados y bosques verdes hasta la orilla

La Mariña cuenta con algunas de las mejores playas de Galicia como Las Catedrales o As Pasadas

Cuando llegas a la costa del norte de la provincia de Lugo, A Mariña en galego, sientes porqué muchos gallegos dicen que esta zona es “la verdadera Galicia”. Los prados y los bosques verdes siempre llegan hasta la orilla del mar y las tradiciones perviven aquí después de milenios. Y te vamos a contar qué no debes perderte.

No hay en España una costa como la de A Mariña de Lugo: tiene personalidad propia. Si además te acompaña el buen tiempo, te convertirás en un privilegiado. Porque la lluvia es lo único que puede conseguir que prefieras quedarte unas horas bajo techo hasta que escampe. Aunque incluso con ella podrás respirar qué significa haber llegado aquí. Respirarás un mar diferente; profundo e intenso. Las playas tienen una arena sin igual, blanca y fina, que te va a acariciar los pies mientras paseas descalzo por ellas. Es una costa alejada. De todo. Muy, muy, muy alejada de aquellas costas que tienen las playas abarrotadas de gente, pues aquí no tendrás problemas para dejar tu toalla donde te plazca. Y es un continuo de acantilados de vértigo, y de playas de ensueño, una tras otra.

Playa de las Catedrales_A Mariña_Playas de Lugo_Playea

Empecemos por dónde dormir. Hay un montón de pueblecitos preciosos que salpican la Mariña, bordeando la costa entre praderíos salpicados de vacas aquí y allá y al borde del mar donde puedes alojarte, pero te recomendamos que lo hagas cerca de Ribadeo. Rinlo, Barreiros o el propio Ribadeo. Nuestro favorito es Barreiros, porque es muy tranquila y tiene varias playas geniales cercanas como la Playa de As Pasadas: el mar frente a ti con una arena genial. Más hacia el oeste, Burela, Mondoñedo o Viveiro tienen mucha oferta, pero te invitamos a que descubras alojamientos más remotos que acompañen tu recorrido sereno por el lugar

El objetivo es visitar al día siguiente la playa de las Catedrales, As Catedrais (en gallego) o Augassantas. Estamos ante una de las mejores playas de España y del mundo. Tendrás que tener, al menos, dos cosas en cuenta. La primera es que según la época del año puede ser necesario reservar tu acceso a esa playa, ya que en verano está sobre-visitada. Es gratuito y puedes hacerlo aquí. Además, te ofrecen una visita guiada que recomendamos totalmente y en la que te contarán detalles de la geología y de la vida en la playa. La otra cosa que debes tener muy en cuenta es el ritmo de mareas, que puedes conocer en nuestra app. En función de las mareas, planifica tu visita. Si no lo haces, puede ocurrir que no tengas ni visita, ni arena… ¡ni catedrales! Te recomendamos que la visites con marea baja, haciéndola coincidir con tu visita guiada. Descubrirás una playa magnífica, considerada entre las mejores del mundo por sus grandes moles de piedra que recuerdan los arbotantes de una catedral gótica, enorme y labrada por el mar en la roca. Y esa roca, cubierta de percebes como puños, cangrejos y mejillones que esperan pacientes a que suba la marea y el mar vuelva a traerles el agua en la que viven. Parece que la roca tiene una costra de vida que reflejan lo duro del lugar y a la vez la capacidad de la vida de agarrarse a un muro para sobrevivir.

Marea alta en playa de las Catedrales_A Mariña_Playas de Lugo_Playea

Es importante que hagas algo de tiempo para volver de nuevo con marea alta. La diferencia entre alta y baja es brutal: ¡la playa casi desaparece completamente!

¿Y qué mejor manera de hacer tiempo en A Mariña mientras cambian las mareas? Lo perfecto… ¡comer un arroz con bogavante en algún sitio de la zona! Te recomendamos Rinlo, un pequeño pueblecito con el puerto en una ría y donde hay un paseo agradable y algunas terrazas mientras esperas. El arroz es la especialidad de varios de sus restaurantes y podrás cerrar esta jornada de playa alcanzando el éxtasis.

Buque_M_Presas_A Mariña_Viveiro_Galiza_Playea

¿Qué más? Recorre A Mariña lucense hacia el oeste, por una costa indómita de precipicios de roca insondables que se hunden en un mar salvaje y embravecido pero a la vez poético. Visita sus playas de arena preciosamente blanca, como la playa de Covas, en Viveiro, un arenal inmenso donde si el tiempo acompaña vivirás una jornada playera de 10. Visita Viveiro y cruza su puente sobre la ría para disfrutar de su marisco, de una buena empanada de rea y cerrar el menú con una tarta de almendra antes de visitar sus murallas y perderte por sus calles o pasear por alguno de los castros celtas cercanos, alguno sin excavar. Prueba el atún en Burela, el mayor puerto atunero del Cantábrico. Sigue tu recorrido y abandona Lugo para adentrarte en el norte de La Coruña, también auténtico y libre de pesadas cargas turísticas. Llega si puedes hasta Cariño, a Cedeira (donde están los mejores percebes del planeta, si es que existe esta categoría). Llega hasta los profundos acantilados de Ortigueira pero detente antes a sentarte en “el mejor banco del mundo”, catalogado así el de Loiba y que te plantará frente al inmenso mar dominado desde un acantilado y a vista de gaviota.

Nuestro viaje toma rumbo ahora hasta las costas occidentales de Coruña, hacia la Costa de la Muerte, pero eso será otra historia que te contaremos en el volumen 3 de esta serie viajera.