Las playas de interior, un oasis de paz cerca de la ciudad
Hoy os presentamos algunas de las mejores playas de interior cerca de la capital
Hace unos años conocí a un chico que me habló de las “playas de interior” y me hizo mucha gracia, lo miré y le dije algo como: “Sinceramente, siempre he pensado que las “playas de interior” son simplemente ríos, y que buscarle cualquier otro nombre no es más que la manera que tenéis de consolaros los que no habéis tenido la suerte de nacer en la costa, como yo :)”.
Lo sé, me vine muy arriba, pero como sureña enamorada de mi tierra y de mi mediterráneo, me sentí en la obligación de defender lo que todo conocemos como una playa al uso. Por suerte, él es menos tajante que yo, y a día de hoy somos amigos.
En fin, el caso es que varios años después he de reconocer abiertamente que estaba equivocada, y que las “playas de interior” son mucho más que ríos, pantanos, lagos, embalses, piscinas naturales o charcas…Son una maravillosa alternativa a las playas convencionales cuando por h o por b te toca pasar un caluroso verano lejos del mar.
Son, literalmente, un oasis en medio del desierto.
Y no se si es un castigo divino o terrorífico, tampoco tengo claro que el karma exista o no, pero lo que si que sé, es que soy una de esas pringadas que lleva dos años seguidos en esa situación, la de pasar un calor infernal en la calle, contando los días para poder escaparme a cualquier hueco con la suficiente agua y profundidad como para sumergirme y dar unos largos. Exacto, soy de las pringadas que curra todo el verano y sin vacaciones en Madrid.
Y, comiéndome mis palabras y prejuicios, doy las gracias a la vida por todas las “playas de interior” próximas a la capital, en las que puedo sobrellevar este calor tan horrible y sofocante. Y, para no pecar de egoísta y vanidosa, por si al final si que existe el karma, voy a compartir con vosotros en este post mis 5 “playas de interior” favoritas.
- Las piscinas naturales de Las Dehesas
Están en Cercedilla. Son pequeñas pozas situadas en el transcurso del Arroyo de la Venta creadas en el año 1978. Antes eran totalmente naturales, pero hoy por hoy, para ser claros, sus aguas se tratan con cloro. Dispone de un complejo recreativo con un bar merendero, zonas de césped, baños, vestuarios y hasta una enfermería. Lo malo, es que cierra el 31 de agosto y que hay que pagar una entrada, lo bueno, es que a 40 grados a la sombra los cinco euros y pico que cuesta entrar, te parecen menos que nada.
- El pantano de San Juan
Situado entre San Martín de Valdeiglesias, El Tiemblo, Cebreros y Pelayos de la Presa. Cuenta con más de 14 kilómetros de playas. Es el único embalse de Madrid donde está permitido el baño. Hay zonas para practicar deportes acuáticos que están bien delimitadas y separadas de los bañistas. La ventaja es que se te olvida que no es una playa de verdad y que estás al lado de Madrid, lo malo, es que al estar cerquita y ser tan conocido, se llena muchísimo los fines de semana y te toca madrugar para coger sitio.
- El embalse de Picadas
Este embalse está situado en San Martín de Valdeiglesias. Sus aguas provienen del río Alberche. Alrededor hay un extenso bosque de pinos, que dan una estupenda sombra para los que no son de ponerse al sol cual filete, vuelta y vuelta. Cuenta además con una zona recreativa conocida como la depuradora, con barbacoas y mesas para comer. Y si en lugar de darte un chapuzón, quieres relajarte pescando, ¡estás de suerte!, también se puede practicar la pesca en muchas zonas del embalse.
- Lancha del Yelmo
Se accede fácilmente por el desvío a Lancha del Yelmo desde la M-501. Está, también, muy cerca de San Martín de Valdeiglesias. Tiene mesas y quiosco, zona de sol y sombra, duchas y se pueden practicar diferentes deportes acuáticos como la vela, el remo o la pesca.
- El chorro de Valdesotos
Está en Valdesotos, Guadalajara, a poco más de 100 km de Madrid. Es una pequeña poza de gran profundidad rodeada por pizarras y una cascada del arroyo Concha. Es un entorno natural mágico y muy poco conocido.
Prometo seguir buscando rincones mágicos bañados por ríos que poder compartir con todos los que veraneamos, a la fuerza, en Madrid.
¡Nos vemos en la playa!