


Hipnosis colectiva en las playas de El Hierro
Parece mentira pero las playas de El Hierro son tan diferentes unas de otras que no podrás creer que están en la misma isla. Y, a su vez, son muy diferentes de las playas a las que estamos acostumbrados.
No es raro que la lava que formó la isla invente formas extrañas que acaban en el agua, dando pie a todo tipo de piscinas naturales donde entra el mar con su barita mágica llenándolas de vida. Y por eso no es extraño que las playas de El Hierro sean la meca del buceo nacional, pues sus fondos con zonas de aguas protegidas a profundidades de hasta 300 metros están formadas por caprichosos acantilados, veriles, plataformas arenosas, cuevas… que además están repletos de vida, aunque no será extraño que en alguna de tus inmersiones tengas que tirar de manual para hacer frente a las corrientes submarinas: nada como agarrarte a un saliente rocoso y empanarte con el espectáculo de vida que se plantará ante tus ojos. No cambies de canal cuando lo hagas y disfruta de la programación. Especialmente recomendable es La Restinga, aunque quizás haya más gente: ¡explora!
Además de las piscinas naturales, te va a llamar la atención el color de la arena negra de sus calas y playas, así como sus bonitos pueblos pesqueros que se vuelcan y viven por y para el mar. Date un bañito en los alrededores del Roque Bonanza, que es una experiencia muy bonita.
Las playas de El Hierro tienen aguas tranquilas y transparentes, con reflejos turquesa que te hipnotizarán. La arena, como hemos dicho, es en general de color negro pero en algunas playas también son de grava, o rocosas… Y alguna de arena blanca. Son playas muy surferas y en general tranquilas para pasar buenos momentos en familia o acaramelados en un paseo romántico. Si quieres alucinar en colores (en color azul, concretamente), pásate con tu bañador y toalla dispuesto a todo por El Charco Azul. O siéntete Robinson Crusoe en la playa de El Verodal.
En resumen dentro de esta isla podrás encontrar playas totalmente opuestas unas de otras, con las que podrás disfrutar en función de tus gustos playeros. Por supuesto no olvidarás sus paisajes maravillosos con impresionantes vistas y esos pinos cuyas ramas y cuerpos han sido modelados por el viento.
Y como el clima en verano se sitúa en los 26º de media en el norte de la isla, y en los 30º en el sur, tendrás muchas ganas de bañarte y de estar en ellas. Hazlo: ¡es una oportunidad única!